27 de febrero de 2014

Glaciares


Por una razón o por otra (o, mejor dicho, por un libro o por otro), estas últimas semanas las he pasado de biblioteca en biblioteca. Eso me ha hecho volver a pensar en que mi profesión ideal sería la de bibliotecaria, algo que ya rondó por mi cabeza hace años y que poco a poco fui olvidando al descubrir otras carreras que me interesaban más y se unió a la larga lista de cosas que he querido ser alguna vez. Además, hace unos días leía Glaciares, de Alexis M. Smith, un libro que llevaba en mi estantería desde Navidad y al que tenía muchas ganas. El caso es que la protagonista de este libro trabaja en una biblioteca restaurando libros que ella llama «heridos», libros dañados por el paso del tiempo y el uso. Así he llegado a dos conclusiones:

1. Quiero trabajar en una biblioteca.
2. Quiero que la biblioteca esté en Portland (donde vive la protagonista de Glaciares y lugar que quiero visitar desde que vi unas fotos de los paisajes de los alrededores y que me hicieron enamorarme).

Añado eso, entonces, a las vidas que me gustaría vivir. Estaría bien que uno pudiera clonarse a sí mismo y poder ser todas las cosas que quiere ser,  estar a la vez en dos sitios distintos llevando dos vidas completamente distintas, ya que lo que más me entristece de esta es, precisamente, no poder hacerlo. Pero supongo que mientras la ciencia no avance a este respecto, me tocará refugiarme en personajes. 

8 de febrero de 2014

Autobiografía de Alice B. Toklas


El otro día, mientras esperaba a una amiga con la que había quedado, empecé a leer Autobiografía de Alice B. Toklas en la cafetería de La Central, que igual no es el mejor sitio para leer debido a la cantidad de gente que hay, pero al menos estás rodeada de libros. El caso es que nada más comenzar me acordé de otro libro que leí este mismo verano pasado, ¿Qué estás mirando?: 150 años de arte contemporáneo, y gracias al cual creo que conocí de verdad la figura de Gertrude Stein, más allá de ser alguien que aparecía en un cuadro de Picasso y más allá ser un personaje más de Midnight in Paris. Y otra vez volví a pensar en lo mucho que me hubiera gustado vivir en esa época –y en París, claro– y haber podido asistir a una de esas cenas en las que se juntaban tantos artistas.

Quiero creer que a lo mejor en una vida anterior estuve allí y, quién sabe, quizá fui Hélène, la cocinera de Gertrude Stein. 

7 de febrero de 2014

Presentación

¿Qué se dice en la primera entrada de un blog? ¿Se presenta el contenido o se empieza a tratar ya ese contenido, sin ninguna explicación? ¿El autor habla de sí mismo? Como a mí todo eso de decir «voy a hablar de...» se me da fatal y ya hay un pequeño apartado a la derecha con algo de información sobre mí (información totalmente prescindible, eso sí), he decidido que la mejor manera de empezar con esto es con mi poema favorito. ¿Por qué? Porque sí. Y porque si ya en las habitaciones de hotel dejo estrofas de poemas, versos de canciones y citas de películas en los blocs de notas, no veo porqué no iba a poder hacer aquí lo mismo, estando más justificado. Y ya que cada uno saque las conclusiones que quiera de esto, pero bienvenidos a Earl Grey and Books